
Ha facilitado el acceso a la información y al conocimiento, tanto para los estudiantes como para los docentes
Internet, las bases de datos, los buscadores, las bibliotecas digitales y otros recursos en línea ofrecen una gran variedad de fuentes y contenidos educativos, que pueden consultarse desde cualquier lugar y en cualquier momento.
Ha mejorado la calidad y la eficiencia de la educación
El uso de sistemas de gestión del aprendizaje, así como sistemas de gestión escolar, de información académica y otras soluciones tecnológicas, han permitido optimizar los procesos de planificación, organización, seguimiento y evaluación de la educación, así como facilitado el análisis de datos y la toma de decisiones.
Ha permitido la creación de entornos virtuales de aprendizaje que complementan o sustituyen a los presenciales
Las universidades que ofrecen programas en modalidad 100% online (como UMAD), las plataformas educativas, cursos en línea, webinars, podcasts, blogs, foros, redes sociales y otras herramientas digitales posibilitan la interacción, la colaboración, la comunicación y la evaluación entre los participantes del proceso educativo, sin importar las distancias o los horarios.
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